domingo, 8 de enero de 2017

Un uno entre paréntesis



























Un uno entre paréntesis

Me quita el sueño,
lo miro y hago como que no,
de reojo lo percibo,
su señal es inconfundible
y la distancia
totalmente nula,
pero no me atrevo.

Un dos entre paréntesis

Son las dos a-eme
y el contador va lento
aún no me atrevo a mirar,
a descifrar
lo que aquél número enorme
justo al lado de la tierra
tiene para mí.


Un tres entre paréntesis

La euforia crece
del dúo pasé al trío, y sin siquiera
saber,
pasé del cero a la izquierda
al tres
a la derecha, derecha
padre, padre tierra
azules son tus aguas
tristes son tus fieras.

Un cuatro entre paréntesis

El reloj no lo miro, ni de reojo
le rehuyo al tiempo,
encontré mi propia forma
de inmortalidad
en este olvido de todo aquello
que alguna vez
me importó.
¿Qué tienes, número cuatro, para mí?

Un cinco entre paréntesis

El sol sale y no me percato
yo salgo y el sol
no se percata
la luna me cuida,
como a todos
vela mis más retorcidas añoranzas
y mis más íntimos deseos.
Qué puede ser mejor que eso
Nada,
respondió una voz
metálica y borrosa.
Al otro lado de la pantalla.

Un seis entre paréntesis.

Sólo los comentarios,
sólo los pulgares,
firmes y aprobatorios
sólo las reacciones,
que resumen mi sentir
Sólo eso vale más
Seis,
tres veces,
seis.


Un siete entre paréntesis

Fortuna me llama,
me seduce y escupe
la suerte es horizontal
y también diagonal
tiene dos líneas
que si se separan
no significan nada, nunca.
Pero si se unen, crean
sagrado número